Magia biker

Magia biker

Siempre hemos estado rodeados de mitos y leyendas, pasando por un sin fin de generaciones que las van trasmitiendo, desde relatos clásicos hasta los más peculiares. El día de hoy te contaremos una a nuestro buen estilo Chopper, esta leyenda nos cuenta el significado que tienen las clásicas campanas que podemos ubicar en algunas motocicletas. Al igual que en muchas leyendas varia su origen y se distorsiona con el paso del tiempo, pero el destino de esta campana básicamente es cuidar al dueño en el camino.

La leyenda comienza una noche durante el mes de diciembre, un viejo motociclista solitario volvía de un largo viaje con sus alforjas llenas de regalos que había comprado para los niños de un orfanato. Cerca de 70 kilómetros al norte de la frontera de México, se topó con un grupo pequeño de “duendes” que estaban al acecho, eran comúnmente conocidos como <<Duendes del camino>>.

Sabemos que pueden existir muchos obstáculos en la carretera, desde baches y palos, así como objetos temidos por los motociclistas: pedazos de viejos neumáticos o clavos, y tantos otros que influyen en el rodar de una moto. Los <<Duendes del camino>> aprovechan estos obstáculos para regocijarse con sus actos del mal.

Bueno, este viejo motociclista entro a una curva donde los duendes le emboscaron, provocando que este se estrellara contra el asfalto y que en el derrape, una de sus alforjas se rompiera. Aunque los duendes comenzaban a acercarse, el motociclista no estaba dispuesto a entregarse y aun siendo incapaz de moverse comenzó a lanzar los objetos que traía en la alforja -ahora rota- esperando que los duendes se marcharan, mientras ellos lo rodeaban.

Finalmente, sin más que una campana en las manos comenzó a hacerla sonar con la esperanza de que el ruido originado por esta espantara a los pequeños y malvados duendes. A 50 metros aproximadamente, se encontraban dos motociclistas acampando en el desierto, pero alertados por el sonido de la campana del viejo decidieron ir a investigar el peculiar origen del sonido, pues dicho ruido era inusual en el lugar en el que encontraban. Encontraron al viejo motociclista junto con los duendes listos para hacer de las suyas, procedieron a disuadir a los duendes hasta que el último se escurriera en la noche.

Agradecido con los motociclistas el viejo quiso recompensarlos, aunque ambos se negaron al principio finalmente aceptaron dos campanas que el viejo les dio, este corto dos pedazos de cuero de sus alforjas, ató una campana a cada uno y la coloco en sus respectivas motocicletas, tan cerca de la tierra como fue posible.

“Con estas campanas colocadas en sus motos, estarán protegidos contra los <<Duendes del camino>> y siempre que estén en un apuro hagan sonar la campana, seguro un compañero motociclista irá en su ayuda”

Se dice que si compras tu propia campana la magia trabajara, pero en solo una fracción de su capacidad, es primordial que un amigo que la regale. Y si un viajero experimentado te la regala, el poder de su campana se duplica, de este modo además del poder de la campana viene con la experiencia del viajero que te la está otorgando a ti, esta experiencia te provee una seguridad adicional en tus viajes.

Así que ya sabes, cuando veas a un compañero motociclista con una campana en su motocicleta notaras que lo han bendecido con la cosa más importante de la vida: “La amistad de un motociclista compañero de ruta”. Por el contrario, si tú tienes un amigo que no tiene una campana en su moto, regálale una y protege su camino, el saber que tiene alguien que se preocupe por él en el camino es un sentimiento que no tiene nombre.